Fotogalería: Fotojarocha
Xalapa, Ver.- Desde las profundidades de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, dos ejemplos de la gran variedad de elementos estéticos que confluyen en Xalapa.
Dos murales, uno del pintor y escultor Teodoro Cano y el otro del muralista Mario Orozco Rivera, son ejemplo del significativo lugar que tienen las artes plásticas en la capital veracruzana, con sus más de cien espléndidos murales y arte urbano.
“Decoran plazas cívicas, edificios gubernamentales, inmuebles privados y mercados. Con líneas, colores, y relieves expresan acontecimientos heroicos, hechos relevantes, luchas sociales o incluso ideológicos”, describe el cronista de la ciudad, Vicente Espino Jara.
Toda una tradición muralista impulsada por José Vasconselos, tradición que resguarda el edificio de la Normal Veracruzana, construido en el lejano 1964 con sus dos ejemplares.
El primero, describe Espino Jara, exhibido en la parte exterior: un monumental mural en relieve del pintor y escultor papanteco Teodoro Cano, cuya lectura temática es un homenaje a la reforma educativa liberal y a los fundadores de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana pintado en 1996.
Un segundo en el acceso principal, un trabajo de Mario Orozco Rivera, obra denominada Defensa, continuidad y destino de nuestra cultura, pintado en 1958, cuyo eje central es un hombre que ofrece el fuego renovador del mundo mesoamericano simbolizando conocimiento, progreso e ideas. Un mural rescatado gracias a una lucha ciudadana por preservarlo. (Texto: Óscar Sánchez)